En la Iglesia de Dios en Cristo La Senda, somos guiados por dos siervos de Dios excepcionales. Este matrimonio, unido en el amor de Cristo desde hace muchos años, ha consagrado su vida completamente al servicio de Dios y de Su pueblo, entregándose con pasión, sacrificio y unción al llamado divino.

Desde sus primeros pasos en la fe, han abrazado una vida de oración ferviente, búsqueda constante del Espíritu Santo y estudio profundo de las Escrituras. Su misión es clara: llevar a cada miembro de la iglesia a una relación más profunda y genuina con Dios, instando a todos a escudriñar la Palabra, orar sin cesar y caminar en santidad.

Quienes los conocen sienten la presencia genuina de Dios a través de ellos. Su entrega va más allá del púlpito: dedican su tiempo, su amor y su vida a servir a los demás, siempre disponibles para aconsejar, orar y acompañar a quienes más lo necesitan. Su liderazgo no es solo un título, sino un testimonio vivo de lo que significa vivir para Cristo.
Bajo su guía, La Senda no es solo una iglesia, sino un hogar espiritual donde la presencia de Dios se manifiesta con poder. Dios los ha elegido para este tiempo, y a través de ellos, muchas vidas han sido transformadas. Si buscas un liderazgo auténtico, comprometido y lleno de la unción del Espíritu Santo, en ellos encontrarás pastores con un corazón conforme al de Dios.